Aunque los ordenadores portátil han llegado para quedar, no podemos negar que los monitores han sido una parte esencial de nuestras vidas. Con el despegue del teletrabajo y el tiempo que pasamos detrás de las pantallas, quizás hoy sea más preciso pensar en ellos como prótesis nuestras. Por eso, ahora más que nunca es vital preocuparnos por la calidad de los monitores que usamos. En ese sentido, te comentamos 4 puntos medulares a tener en cuenta a la hora de escoger el mejor monitor para ti:
Define tus necesidades
Naturalmente, no podemos aventurarnos a comprar sin establecer nuestras necesidades y prioridades. Por tanto, lo primero que debes definir es el tipo de actividad que realizarás:
¿pasarás las horas viendo y armando cuadros en Excel o te dedicarás al gaming? ¿O quizás pasarás el tiempo viendo tus clases virtuales? Asimismo, junto con el tipo de actividad a realizar, debes saber la cantidad de horas que estarás frente al monitor, así como las interrupciones en tu actividad. En efecto, no es lo mismo estar tres horas seguidas mirando al monitor sin interrupción que usarlo un total de tres horas pero con interrupciones periódicas cada media hora.
La resolución
La resolución es un elemento que no puedes dejar de contemplar, y una vez que conozcas tus necesidades, sabrás elegir la resolución. Si solo responderás correos, escribirás artículos, crearás tablas y tareas similares, las mejores resoluciones no son una urgencia, por lo que una resolución HD mínima te servirá. En cambio, si verás películas, vídeos en streaming, jugarás videojuegos o realizarás actividades que requieran una buena experiencia visual, necesitarás una resolución 4k (ultra HD) como la del HUAWEI mateview. Estos monitores alcanzan una profundidad de color de 12 bits y tienen 2160 pixeles, garantizando la buena experiencia visual. Ten en cuenta además, que la adopción de resolución 4k poco a poco se está estandarizando.
El tamaño
Sin duda, el tamaño del monitor es un factor importante, tanto para el tipo de actividad que realizas, como por las dimensiones de tu espacio. Por un lado, si en casa tienes un escritorio muy reducido u ocupado por otros aparatos fundamentales, no será conveniente comprar un monitor grande; por otro lado, si te dedicarás al gaming, un monitor de tan solo 17 pulgadas quizás no sirva a tus propósitos. Por tanto, conoce tus espacios y tu actividad.
Inmunidad ocular
Mencionamos antes que los monitores hoy son casi como prótesis nuestras, debido al constante uso que les damos. Y es por esa misma razón que debemos proteger nuestra visión; pegar la mirada al monitor durante horas puede mermar nuestra visión si no somos cuidadosos, de ahí que hábitos de protección ocular como descansar la mirada cada veinte minutos es recomendable. En cualquier caso, para frenar los posibles daños a la visión, existen monitores con tecnología Low Blue Light o Flicker Free. La primera nulifica la radiación que procede de la luz azul propia de las pantallas, mientras que la segunda evita el parpadeo en la imagen (previniendo el cansancio visual).